Los 3 tipos de inteligencia “ignorados” que te ayudarán a alcanzar el éxito educativo

Joven ilusionada con un libro abierto

Ya se trate de conseguir unas notas excelentes, desarrollar tu verdadera pasión u optar por el trabajo de tus sueños, el éxito educativo es uno de los propósitos que comparten la mayoría de jóvenes. Sin embargo, no por ser una meta común es fácil alcanzarla.

No solo es necesario que los vientos sean adecuados para que propicien un entorno y condiciones favorables al aprendizaje, sino que también es importante contar con la inteligencia necesaria para saber aprovechar las oportunidades y adaptarse a los continuos cambios.

Y, en este sentido, no solo me refiero a un alto coeficiente intelectual, sino también y, sobre todo, a otros tipos de inteligencia que son los que complementan nuestra manera de interpretar y adaptarnos al mundo.

La inteligencia y sus mil caras, las capacidades más allá del coeficiente intelectual

¿Eres de los que creen que el éxito educativo es un “don” exclusivo de quienes tienen un alto coeficiente intelectual? Pues bien, quizá esto fuese así en épocas anteriores, pero hoy día el éxito educativo no está relacionado exclusivamente con el coeficiente intelectual, sino que también depende de otros tipos de inteligencia.

Aunque solemos utilizar el término inteligencia para referirnos a las capacidades intelectuales, existe la teoría de las inteligencias múltiples desarrollada por el psicólogo Howard Gardner que avala la existencia de diferentes habilidades mentales, en lugar de una única inteligencia. Esto explica por qué puedes tener una gran habilidad lógico-matemática, pero en cambio tener dificultades para preparar un discurso o tocar un instrumento musical.

Pues bien, cuando se trata del éxito educativo esta teoría cobra especial relevancia ya que explica por qué alguien con grandes dotes científicas en determinado campo no necesariamente terminará “triunfando” en la vida. Esto porque, a pesar de contar con excelentes capacidades intelectuales, puede carecer de otras habilidades imprescindibles para adaptarse y desarrollarse en la sociedad en la que vivimos. Asimismo, puede explicar el caso contrario, es decir, el motivo por el que un joven sin grandes dotes cognitivas puede llegar a convertirse en alguien exitoso.

Lissa Rankin, doctora en medicina, coincide con esta teoría. Cuando el objetivo es el éxito, para Rankin no basta con tener lo que denomina, inteligencia mental, es decir, la capacidad de aprender, razonar y solucionar problemas. También es necesario contar con otros tipos de inteligencia intrínsecas a la naturaleza humana que son las que nos permitirán interpretar y ser críticos con nuestro entorno, el primer paso para aprovechar las oportunidades.

Tres tipos de inteligencia claves que a menudo pasamos por alto

La inteligencia no se manifiesta solo a través de la capacidad para aprender o retener información, sino también mediante nuestra habilidad para seleccionar la información relevante y encontrar nuevos nexos, analizar críticamente nuestro entorno o encauzar nuestras emociones para que no nos impidan ver la realidad.

De hecho, son precisamente algunos de esos otros tipos de inteligencia los que te ayudarán a alcanzar el éxito educativo. He aquí tres tipos de inteligencia claves para descubrir y cultivar tu propósito.

  • Inteligencia emocional

La inteligencia emocional, comprendida como la capacidad para comprender y gestionar las emociones tanto propias como ajenas, es clave para ayudarte a comprender mejor el entorno que te rodea, sacar partido a las oportunidades y tomar mejores decisiones, como reveló un estudio realizado en conjunto entre las Universidades de Yale y Toronto.

Lo que sucede es que, contrario a lo que muchas personas creen, las emociones no bloquean nuestra razón, sino que actúan como marcadores somáticos convirtiéndose en una fuente más de información. Por eso, en lugar de mantener a raya nuestras emociones, debemos tomarnos el tiempo necesario para descubrir qué las causas, de dónde provienen, qué significan y cómo pueden influir en nuestra percepción. Solo entonces, estaremos preparados para controlar las emociones e impedir que afecten nuestras decisiones.

  • Inteligencia intuitiva

La inteligencia intuitiva forma parte de la naturaleza humana, pero no fue hasta que Malcom Gladwell le puso nombre que nos percatamos de su existencia. Básicamente, se refiere a esa inteligencia basada en los conocimientos y experiencia acumulados de manera inconsciente que nos permite valorar, decidir y responder ante situaciones y/o problemas de manera muy rápida. En otras palabras, sería esa “intuición” que nos indica qué opción debemos elegir o en qué momento abandonar una meta.

Si bien es un tipo de inteligencia que a menudo se pasa por alto, lo cierto es que tiene un enorme potencial ya que nos permite tomar mejores decisiones y más rápido reduciendo nuestro rango de error. La inteligencia intuitiva también puede ayudarnos a detectar las oportunidades que merecen la pena de aquellas que debemos dejar pasar, a la vez que nos alerta sobre si debemos fiarnos de una persona que acabamos de conocer. Una sabiduría innata que nos ayudará a ir a paso firme hacia nuestros objetivos.

  • Inteligencia somática

Nuestro cuerpo es sabio y nos habla continuamente, pero tenemos que aprender a escucharlo y entenderlo. Eso es inteligencia somática, la habilidad que nos permite captar y descifrar la información que nos envía nuestro cuerpo y conectar con nosotros mismo. Se trata de un tipo de inteligencia profundamente relacionada con la interocepción que nos ayuda a identificar los factores o decisiones que influyen en nuestro cuerpo para incentivarlos o, en el caso contrario, bloquearlos.

Si bien en un primer momento la inteligencia somática puede parecernos una habilidad limitada al ámbito del bienestar personal o el autoconocimiento, lo cierto es que tiene un enorme poder sobre nuestras metas y propósitos educativos ya que nos ayuda a identificar cuando vamos por el buen camino. De hecho, no es extraño que sea un tipo de inteligencia que comparten las personas con éxito ya que las ayuda a descubrir qué quieren realmente y hacia dónde se dirigen, a la vez que las mantiene con energía durante todo el proceso.

Por supuesto, estos tipos de inteligencia pueden desarrollarse. Si conviertes tu aprendizaje en tu principal prioridad y te abres a mirar tu interior y exterior con otros ojos, poco a poco comenzarán a florecer esas inteligencias que llevas dentro. Esto no será garantía de éxito, pero, sin duda, estimulará tu aprendizaje y te acercará un poco más a descubrir tu propósito.

Crédito de foto: Imagen libre de Pexels

Psicóloga y escritora. Divulgadora científica y apasionada de la mente humana. Defensora de la educación como única vía para el desarrollo personal y social. Aprendiz a tiempo completo.

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