¿Pensar te cuesta la vida?
¿Tu rendimiento ha disminuido?
¿Te cuesta que fluyan las ideas?
No estás solo. Esto nos ha sucedido a todos alguna vez en la vida. Incluso, al mismísimo Steve Jobs, uno de los grandes íconos de liderazgo y productividad del mundo. Sin embargo, cuando el empresario estadounidense se sentía bloqueado tenía bajo la manga un recurso que le ayudaba a estimular su mente y aclarar las ideas: la regla de los 10 minutos. Una sencilla técnica para recuperar la inspiración que tú también puedes aplicar.
¿En qué consiste la regla de los 10 minutos?
Cuando estás enfrascado en resolver un problema y no eres capaz de encontrar la solución, la mejor alternativa consiste en tomar un descanso para relajar la mente. Steve Jobs lo sabía. Por eso, cuando se sentía bloqueado delante del ordenador, se levantaba y aplicaba la regla de los 10 minutos. ¿En qué consistía? En salir a caminar durante al menos 10 minutos para desconectar.
Este sencillo truco no solo le permitía apartar su mente del problema, sino que también le ayudaba a encontrar inspiración a través de las conversaciones que mantenía con las personas que se encontraba en su camino. Básicamente, la idea consistía en relajar la mente para fomentar así nuevas conexiones neuronales y permitir que las ideas fluyeran con más facilidad.
En aquel entonces, muchos psicólogos avalaron los beneficios de esta técnica para retomar el control mental y desbloquear las ideas. Sin embargo, no ha sido hasta hace poco que la neurociencia ha desvelado las ventajas de la regla de los 10 minutos para fomentar la concentración y estimular la productividad.
La ciencia detrás de la regla de los 10 minutos
A pesar de haber sido popularizada por Steve Jobs, la regla de los 10 minutos es una herramienta que ya utilizaban grandes filósofos como Jean Jacques Rousseau y Henry David Thoreau, quienes aseguraban que caminar les ayudaba a pensar con más facilidad. Y es que, desde tiempos inmemoriales, se conoce que caminar es un ejercicio excelente no solo para el cuerpo, sino también para la mente.
Así lo ha corroborado recientemente la neurocientífica de la Universidad de Cambridge, Mithu Storoni, en su libro “Hyperefficient: Optimize your Brain to Transform the Way you Work” en el que ha desvelado lo que se esconde tras la efectividad de este simple ejercicio.
Lo que sucede es que al caminar no solo aumenta la oxigenación a nivel cerebral, favoreciendo la conectividad entre las neuronas, sino que se activan distintas áreas cerebrales que ayudan a estimular la mente y cambiar el foco de atención. De esta manera, se consigue poner freno a los pensamientos recurrentes, así como promover una mayor relajación y desconexión mental que favorece el razonamiento, la capacidad para resolver problemas y la creatividad.
¿Cómo aplicar la regla de los 10 minutos?
Aplicar la regla de los 10 minutos es tan sencillo como levantarte y salir a andar cuando te sientas bloqueado mentalmente. Si es posible, lo ideal es caminar en un espacio al aire libre en el que puedas estar en contacto directo con la naturaleza para beneficiarte además de sus beneficios. En cualquier caso, intenta cambiar de entorno. Esto te permitirá desconectar con más facilidad.
Ten en cuenta que esta técnica también puede aplicarse de manera preventiva para combatir el estrés y favorecer la creatividad. ¿Cómo? Cada aproximadamente 90 minutos deja lo que estés haciendo y sal a caminar durante unos 10 minutos, intentando estar lo más presente posible en ese momento. Una manera sencilla de cambiar el foco de atención y relajar las tensiones que te ayudará a mantener tu nivel de rendimiento y tu concentración estables a lo largo de la jornada.
Crédito de foto: Imagen libre de Pexels
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