¿Eres un/a apasionado/a del séptimo arte?
Entonces tienes en tus manos un poderoso recurso didáctico con el que podrás aprender con propósito mientras pasas un rato divertido. Y es que el cine, al igual que los libros o la vida misma, atesora valiosas lecciones y enseñanzas que no solo te ayudan a descubrir nuevos conocimientos sino también a ver el mundo con otros ojos y desde otras perspectivas. Por supuesto, no toda película vale, pero, si eres capaz de elegir bien los filmes y les sacas provecho, puedes tener en tus manos un importante recurso de aprendizaje.
El cine, un poderoso recurso didáctico
El cine es mucho más que un mero entretenimiento para las tardes de fin de semana. También puede convertirse en un valioso recurso didáctico a través del cual puedes descubrir otras culturas y formas de vida, así como conocer episodios interesantes de la historia o los secretos mejor guardados de grandes personalidades que te sirvan de inspiración. Asimismo, puede ayudarte a comprender mejor temas de tu interés o despertar tu curiosidad por cuestiones en las que nunca habías reparado.
Además, es una herramienta excelente para desarrollar el autoconocimiento, la autoestima o la empatía ya que te permite ponerte en la piel de otras personas, entender con más facilidad conflictos emocionales por los que quizá estés atravesando o aprender a valorar tus habilidades y conocimientos. Esto a la vez que condensa importantes lecciones de vida que no son más que el reflejo de la experiencia cotidiana que tiene lugar a nuestro alrededor.
Sin embargo, quizá su mayor ventaja educativa esté relacionada con su carácter reflexivo. Que tire la primera piedra aquel que nunca se haya quedado pensando al finalizar una película. Y es que el cine no solo te brinda información y conocimientos a raudales, sino que también fomenta tu pensamiento crítico y tu capacidad reflexiva invitándote a analizar situaciones, experiencias o puntos de vista diversos. Sin duda, un recurso sencillo y efectivo ideal para incluir en cualquier set educativo.
¿Cómo aprovechar las películas para aprender?
Cuando se trata de aprovechar el potencial educativo del cine no basta con tirarse en el sofá con un cuenco de palomitas para disfrutar de una película como si de un mero cinéfilo se tratase. Como con cualquier otro recurso educativo es importante elegir bien el contenido que consumimos, así como aprender a sacarle el máximo provecho. He aquí algunas pautas que pueden ayudarte a utilizar las películas para aprender con propósito.
- Elige cuidadosamente los filmes que ves
Si somos capaces de analizar en profundidad una película, es posible sacar una enseñanza de prácticamente cualquier filme. Sin embargo, seamos sinceros, hay filmes que encierran muchos más aprendizajes que otros. Por eso, y teniendo en cuenta que nuestro tiempo en la vida es limitado, es importante aprender a elegir con cuidado las películas que ves.
Lo ideal es que se trate de filmes que o bien aborden temas de tu interés o sobre los que quieras aprender o bien cuenten con una crítica positiva que te aseguren una lección. Por ejemplo, si te interesa la historia, puedes decantarte por filmes históricos o biográficos. En cambio, si quieres aprender sobre ciencia, te aportarán más las películas sobre ciencia, tecnología o ciencia ficción.
Una vez elegido el género cinematográfico es momento de decidir los temas que más curiosidad te despierten. Una buena táctica consiste en leerte la sinopsis de la película y, si es posible, algunas de las críticas especializadas sobre la misma. Aunque ten en cuenta que las críticas no siempre tienen que coincidir con tus expectativas, por lo que en ocasiones también puedes dejarte llevar por el instinto.
- Conecta con el entorno y/o la época
Difícilmente podrás conectar con la historia de una película y empaparte de sus enseñanzas si la analizas desde tu experiencia de vida y el entorno que te rodea. Esto porque no podrás empatizar, de verdad, con sus personajes y el contexto en el que se desarrolla. Por eso, una buena estrategia para sacar el máximo partido a las películas que ves consiste en adentrarte de a lleno en el ambiente y la época en la que se desarrolla el filme.
Siéntete parte del elenco. Imagina cómo seria caminar por esas calles, navegar por esos mares o vivir de esa manera. Intenta empaparte de cada detalle y entender cómo funciona el entorno que describe el filme. En el caso de tratarse de una película histórica o ambientada en otra época o lugar real, también puedes indagar un poco en Internet sobre el contexto para que te resulte más sencillo comprender todo.
Como supondrás esto implica desprenderte de tus creencias y formas de ver el mundo para familiarizarte con una forma de vida, una cultura, una época o un contexto diferente e inexplorado para ti.
- Busca aprendizajes indirectos
La mayoría de los filmes transmiten una lección que descubrimos al finalizar la película. Sin embargo, usualmente existen muchos otros pequeños aprendizajes que a menudo pasamos desapercibidos, ya sea por no prestar la suficiente atención o no ir un paso más allá en la representación cinematográfica. Por ejemplo, ¿alguna vez has pensado en las similitudes que guarda la franquicia Star Wars con nuestra sociedad o el personaje principal del filme Joker con nuestro lado más oscuro?
Ya se trate de pequeñas enseñanzas que los directores o guionistas nos transmiten de manera directa o indirecta o de interpretaciones que podemos sacar por nuestra cuenta, lo cierto es que la mayoría de las películas guardan numerosas lecciones que a menudo pasamos por alto. De ahí que, si quieres aprender a través del cine, es importante que aprendas a buscar esos aprendizajes menos evidentes, pero igualmente valiosos. ¿Cómo?
Interpreta las escenas más representativas. Pregúntate por qué los personajes actuaron de esa manera, qué les impulsó a hacerlo y qué semejanzas puede tener con tu entorno. Da rienda suelta a tu creatividad e intenta encontrar conexiones entre la historia y el contexto en el que vives, la sociedad que te rodea o tu experiencia de vida.
- Reflexiona críticamente
Al igual que sucede con la lectura de un texto, si quieres aprender de las películas, es esencial que dediques un momento a reflexionar sobre cada filme. De lo contrario, no solo te quedarás en la superficialidad de la historia, sino que la olvidarás con más facilidad de sus enseñanzas. Por eso es importante que cada ves que termines de ver un filme dediques un momento a analizar detenidamente el contenido y las lecciones que te transmitió.
Para ello, no solo debes deshacerte de las creencias que hayas aprendido ya que podrían nublar tu juicio, sino también abrir tu mente a nuevas maneras de comprender el mundo. Ten en cuenta que a veces los filmes pueden mostrar perspectivas diferentes o incluso, contrarias a las que conoces y es importante que seas capaz de analizarlas libre de estereotipos para que puedas sacarles el máximo provecho.
¿Quieres ir un paso más allá? Pregúntate si las enseñanzas que aprendiste las puedes utilizar en tu experiencia cotidiana o pueden servirte de punto de partida para interpretar eventos o fenómenos a tu alrededor. Reflexiona sobre cómo puedes aplicarlas en tu vida, en las relaciones con las personas que te rodean o en tu propio crecimiento personal.
- Sintetiza las enseñanzas aprendidas
Un paso esencial que a menudo pasamos por alto consiste en resumir los aprendizajes que nos transmiten los libros o las películas. Esto no solo contribuye a que olvidemos las lecciones mucho antes ya que no las fijamos en nuestra memoria, sino que además nos impide delimitar los aprendizajes con claridad. Por eso, un buen recurso para sacar el máximo provecho de los filmes consiste en hacer una síntesis de las enseñanzas aprendidas al terminar la película.
Dedica un momento a reflexionar sobre los diferentes aprendizajes que te transmitió. Si lo prefieres, al inicio puedes escribirlos en un papel para que te resulte más sencillo resumirlos. A medida que vayas ganando habilidades podrás sintetizarlos con más facilidad y, de esta manera, recordarlos incluso con el paso del tiempo.
Crédito de foto: Imagen libre de Pexels
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