¿Quieres ser más sabio? Practica la observación consciente

Dos jóvenes practican la observación consciente mirando un limón en la planta

¿Sabías que gran parte de lo que aprendemos lo hacemos observando nuestro entorno? Es lo que se conoce en el ámbito de la psicología como aprendizaje por observación y es una de las formas de aprender más antiguas que existen. Sin embargo, imbuidos en las prisas y responsabilidades cotidianas poco a poco vamos perdiendo esta capacidad a medida que crecemos y, con ella, una valiosa fuente de conocimiento.

Y es que más allá de los modelos de comportamiento o habilidades que podemos aprender mediante esta práctica, existen muchos matices e interpretaciones del mundo que nos rodea que solo podemos percibir y/comprender observando nuestro entorno. Una razón más que suficiente para comenzar a estar más atentos a todo lo que nos rodea y practicar una observación consciente. 

¿Qué es la observación consciente?

La observación consciente no es más que la capacidad de prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor de manera intencionada y libre de juicios. Básicamente, consiste en la habilidad de enfocarnos en lo que ocurre, fijándonos en los pequeños detalles y el curso de los acontecimientos para intentar comprender sus causas y la forma en la que se resuelven. Esto desde una posición de neutralidad, en la que no influimos en el entorno ni emitimos juicios de valor que se conviertan en un obstáculo para ver la realidad tal cual es.

Contrario a lo que puedas pensar, la observación consciente no significa quedarse observando tranquilamente lo que ocurre a tu alrededor, sino que va un paso más allá. Implica estar plenamente presente en cada momento para reparar en todos los detalles y hacernos una idea, de verdad, de todo lo que está ocurriendo. Significa fluir con los acontecimientos para ser capaces de comprenderlos en toda su magnitud. Implica deshacerse de los estereotipos y creencias para poder interpretar la realidad que nos rodea y aprender de ella.

¿Por qué es importante desarrollar la observación consciente?

Como afirmó en una ocasión el novelista francés Alejandro Dumas, “Quien lee, sabe mucho; pero quien observa, sabe todavía más”. Y es que, aunque no seamos plenamente conscientes de ello, nuestro entorno es una gran fuente de conocimiento. No importa si se trata de un entorno rural o urbano, si estamos rodeados de un tipo u otro de personas o en un sitio más o menos privilegiado, toda circunstancia puede convertirse en una experiencia de aprendizaje, si sabemos observar con propósito lo que sucede.

Observar nuestro entorno de manera consciente y libre de juicios no solo nos permite descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, también es un buen recurso para conocer otros modos de ver e interpretar la vida. Sin duda, es una práctica excelente para aprender los secretos mejor guardados de la sabiduría popular, a la vez que nos permite interactuar con otras realidades diferentes a la nuestra. Y esto, queramos o no, se convierte en una fuente inagotable de conocimiento que nos ayuda a ampliar nuestra visión del mundo y a reinterpretarnos a nosotros mismos.

Además, puede convertirse en un buen ejercicio para practicar la atención plena y aprender a estar presentes en cada momento. Una forma de vida que no solo nos ayuda a experimentar cada instante con mayor intensidad, sino que también es terreno fértil para esos insight que son lo que, en última instancia, promueven el verdadero aprendizaje y despiertan nuestra conciencia.

Así puedes aprender a observar de manera consciente

Todos somos capaces de aprender a observar de manera consciente. Es una capacidad innata al ser humano que solo tenemos que redescubrir. Sin embargo, no es algo que se consigue de la noche a la mañana, sobre todo si nunca lo has intentado. Primero es necesario que te desprendas de los viejos hábitos que te hacen ir a toda prisa por la vida sin reparar en tu entorno y, luego, que comiences a prestar más atención a todo lo que te rodea. He aquí algunas claves sencillas que pueden ayudarte a desarrollar la observación consciente.

  • Que la cotidianidad no te impida disfrutar de tu entorno

Si quieres observar de manera consciente lo que sucede en tu entorno, es importante que reduzcas el ritmo y empieces a vivir de manera más lenta. Esto no significa que abandones tus responsabilidades o hagas caso omiso de tus tareas cotidianas, sino que no permitas que los compromisos y actividades diarias consuman todo tu tiempo y te hagan ir a toda marcha.

Solo cuando seas capaz de vivir una vida más tranquila y sosegada, estarás preparado para disfrutar plenamente cada momento y reparar en lo que acontece en tu entorno.

  • Repara incluso en los detalles más intrascendentes

Practicar la observación consciente no significa solo prestar atención a esos acontecimientos cotidianos que puedan resultarte interesantes desde un primer momento como la charla sobre historia que tienen dos amigos o esa frase para reflexionar que te encuentras en el lugar más insospechado. También significa centrarte en esos instantes cotidianos que pueden parecer intrascendentes pero que esconden un aprendizaje.

Desde los movimientos del agricultor que cultiva su campo o la forma en la que un panadero amasa el pan hasta cómo una pareja de ancianos se ayuda uno al otro a cruzar la calle, incluso de las actividades más insignificantes puedes sacar una valiosa enseñanza.

  • Limítate a observar, no juzgues

Las personas estamos programadas para hacer una rápida valoración de las situaciones cotidianas basándonos en nuestros estereotipos y creencias. Esto nos ayuda a identificar rápidamente potenciales peligros, pero también nos limita mucho nuestra interpretación y comprensión del mundo. Por tanto, si quieres desarrollar la observación consciente, primero debes aprender a simplemente observar las cosas que suceden en tu entorno, sin juzgarlas, criticarlas o analizarlas antes de tiempo.

Limítate solo a observar. Fluye con los acontecimientos, sin intentar influir en lo que ocurre, ni sacar conclusiones precipitadas.

  • Presta atención a las emociones que despierta tu entorno en ti

La observación consciente no solo se limita a convertirnos en simples testigos de lo que ocurre a nuestro alrededor. También implica mirar hacia dentro para comprender el impacto que el entorno tiene en nosotros mismos. Un ejercicio de introspección que no solo te permitirá involucrarte más con lo que sucede a tu alrededor, sino que te ayudará a conocerte mejor a ti mismo.

¡Y apenas requiere esfuerzo! Solo necesitas tomar conciencia de las emociones que despiertan en ti lo que sea que estés observando. ¿Ver el sol salir te genera calma o angustia? ¿Leer esa frase en la pared a la salida del metro te alegra o enfada? No olvides que el aprendizaje no se trata de asimilar conocimientos, sino de cómo ese conocimiento nos influye y transforma como personas.

  • Dedica un momento a reflexionar sobre lo que observas

La observación consciente también lleva implícito un proceso reflexivo en el que analizamos y concedemos un significado a lo que vemos. Es en ese momento donde sacamos un aprendizaje de las cosas que suceden a nuestro alrededor que nos ayuda a crecer. Por eso, no solo es importante observar de manera consciente lo que ocurre en nuestro entorno, sino también reflexionar sobre ello.

Solo así seremos capaces de tener esos insights que enriquezcan nuestra manera de ver el mundo y a nosotros mismos.

Crédito de foto: Imagen libre de Pexels

Psicóloga y escritora. Divulgadora científica y apasionada de la mente humana. Defensora de la educación como única vía para el desarrollo personal y social. Aprendiz a tiempo completo.

Comentarios de este artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *