Burnout estudiantil: ¿qué es y cómo superarlo?

Joven con burnout estudiantil se recuesta cansada

¿Estás cansado de pensar?

¿Cada vez te cuesta más concentrarte?

¿Estudiar te genera un hastío enorme?

Es probable que sufras burnout estudiantil.

No te preocupes, este problema es mucho más común de lo que imaginas, afecta a más de la mitad de los alumnos hoy día. De hecho, según una investigación realizada por la Universidad Técnica Luis Vargas Torres el 63% de los estudiantes encuestados refirió tener dificultades para concentrarse en el estudio debido al agotamiento mental mientras que el 76% admitió tener menos motivación para aprender por la misma causa.

La buena noticia es que el burnout estudiantil puede superarse. Para ello, el primer paso consiste en reconocer el problema para, después, poder tomar cartas en el asunto y recuperar la pasión por el aprendizaje.

¿Qué es el burnout estudiantil?

El síndrome de burnout proviene originariamente del entorno laboral, donde fue acuñado por el psicólogo Freudenberger en 1974. Sin embargo, desde que en el 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyese en la Clasificación Internacional de Enfermedades sabemos que es un problema que trasciende el contexto laboral y que también puede afectar a otros grupos, como a los estudiantes.

Básicamente, el burnout estudiantil no es más que un estado de agotamiento físico, mental y emocional como consecuencia de unas exigencias altas y/o agobiantes, estrés crónico o insatisfacción. De ahí que también se le conozca como el síndrome del estudiante “quemado” que hace alusión a esa sensación de hastío y cansancio que, inicialmente, se manifiesta en el ámbito educativo pero que, poco a poco, empieza a hacer mella en el resto de las esferas de la vida.

10 señales que indican que sufres burnout académico

Reconocer el burnout estudiantil no es difícil. Solo tienes que prestar atención a tus emociones y tu rendimiento cognitivo para comprobar que si en verdad el estudio te está sobrepasando. Es probable que sufras burnout académico si:

  • Te cuesta concentrarte en el estudio.
  • Has perdido la motivación por leer o reflexionar sobre temas que antes te apasionaban.
  • Leer un texto o sentarte a pensar sobre un tema te agota sobremanera.
  • Te sientes más cansado de lo habitual, tanto física como mentalmente.
  • Has perdido las ganas de ir al aula y aprender cosas nuevas.
  • Estás más irritable de lo normal y reaccionas de manera exagerada a menudo.
  • Te cuesta pensar en ideas creativas y diferentes.
  • Has perdido la confianza en tus propias habilidades.
  • Incumples con las fechas de entrega de proyectos o deberes.
  • Tu rendimiento en los exámenes ha disminuido.

Ser consciente de los cambios que están ocurriendo en tu interior e identificar qué los está generando, es esencial para comprender lo que está pasando y ponerte manos a la obra para solucionarlo.

¿Por qué a mi? Las causas detrás del burnout estudiantil

La principal causa del burnout académico es la presión académica. Tener demasiadas tareas y exámenes o saber que los demás tienen unas expectativas altas sobre tu rendimiento puede terminar abrumándote y haciendo que te “quemes”. Sin embargo, no es el único motivo. A veces detrás del burnout estudiantil existen otras causas que no son tan evidentes a simple vista.

Por ejemplo, tener conflictos con los compañeros, dificultades para relacionarse con las personas del entorno educativo o ser víctima de bullying también puede ser un motivo de peso para que te sientas cansado y pierdas la motivación por estudiar. Asimismo, no contar con el apoyo de tu familia o sentir que los profesores no confían en ti pueden añadir una carga emocional a tu ya debilitado compromiso con el estudio. Y si, además, sufres ansiedad, estrés o depresión, tus probabilidades de “quemarte” se disparan.

5 claves para superar el burnout académico y recuperar la pasión por el aprendizaje

Superar el burnout estudiantil no es tan difícil como parece, pero requiere constancia, esfuerzo y compromiso por tu parte. Es importante que estés convencido de que quieres recuperar la pasión por el aprendizaje, de lo contrario todo intento será en vano y es probable que más temprano que tarde termines tirando la toalla y pensando que estudiar no es para ti.

Entonces, ¿estás seguro de querer superar tu agotamiento y hastío por el estudio? He aquí algunas claves sencillas que pueden ayudarte.

  • Organiza mejor tu tiempo de estudio

Si tu método de estudio actual no te funciona, cámbialo. Si no puedes mantener la concentración durante varias horas porque te aburres, te distraes o sencillamente, dejas de comprender el contenido, organiza tus sesiones de estudio por bloques, de manera que te resulte más sencillo. Puedes hacer, por ejemplo, bloques de media hora con 5 o 10 minutos intermedios para descansar.

¿Caes rendido cuando lees sobre un mismo tema durante mucho tiempo? Intercala diferentes materias en tus horas de estudio. Por ejemplo, lee sobre historia durante los primeros dos bloques y luego, pasa a matemáticas o a física. La idea consiste en que tu mente se mantenga activa, pero sin sobresaturarla.

  • Recuerda, el descanso es innegociable

Si sufres burnout descansar no es una opción, es una necesidad. Da igual todo el contenido que tengas que estudiar o las tareas que tengas que hacer, es indispensable que permitas a tu cuerpo descansar y reponer energías. Por eso, duerme al menos 8 horas cada día. Dormir ayuda a tu cerebro a deshacerse de las toxinas que genera durante el día y, además, consolida los conocimientos que has aprendido.

Asimismo, puedes planificar algunas pausas a lo largo de la jornada y dedicar al menos 1 hora al día a descansar mentalmente disfrutando de tu entretenimiento favorito, quedando con tus amigos para relajarte un rato o simplemente dando un paseo al aire libre. Tomar una o varias pausas en el día es indispensable para conservar tu rendimiento académico y tu salud psicológica.

  • Prioriza los contenidos que más te apasionan

Todos hemos pasado por ese momento en el que cuanta más presión tienes por estudiar, menos ganas te dan. Pues bien, te cuento un truco para recuperar la motivación por el estudio y, de paso, plantarle cara al burnout: enfocarte en los contenidos que más te apasionan. Sí, aunque no sean una prioridad. Obviamente, si tienes un examen mañana pues no te queda otra que estudiar esa materia, pero si tienes un poco de margen dedica más tiempo a esos contenidos que despiertan tu curiosidad.

De esta manera, conseguirás activar tu cerebro y estimular la producción de endorfinas, más conocidas como las hormonas de la felicidad. Así, entrarás en una especie de círculo estimulador en el que cuanto más aprendes de ese contenido, mejor te sientes y más quieres seguir estudiando. Básicamente, es algo similar a lo que pasa cuando lees un libro y quieres conocer el final que te viene un subidón por leer y leer para alcanzar tu objetivo.

  • Marca límites ahora para llegar más lejos

Un aspecto esencial – y a menudo olvidado – para combatir el burnout estudiantil consiste en aprender a marcar límites en el estudio. Estudiar está bien, eso lo damos por descontado, y cuanto más tiempo dediques a aprender mejor, pero no a costa de tu bienestar físico y mental. Por eso, es importante que aprendas a poner límites claros que te permitan compaginar tu vida académica, familiar, social y personal, evitando que te conviertas en un “studyholic”.

Para ello, limita el tiempo que dedicas a estudiar en el día. Y, en la medida de lo posible, intenta no sobrepasarlo. Intenta que sea en tus horas más productivas para que puedas sacarle mayor provecho, atesorando más conocimiento en menos tiempo. Asimismo, ajusta tus expectativas. Quizá no puedas terminar ese curso este mes o sacarte las oposiciones este año, y no pasa nada. Lo importante es que alcances tus objetivos a corto o largo plazo y, para ello, es fundamental cuidar tu salud física y mental.

  • No olvides que tus hábitos de vida sí importan

Todos tenemos algún que otro hábito negativo – o no tan bueno, para suavizarlo un poco –. Sin embargo, hay hábitos que pueden afectarte particularmente cuando sufres burnout y que, en la medida de lo posible, deberías eliminar de tu vida. De más está decir que el consumo de alcohol y tabaco es devastador para tu salud, pero también para tu desarrollo cognitivo y salud cerebral. Así que mejor, evítalos.

De la misma manera, deja de pasar todo el día en tu habitación o en el sofá y ponte en movimiento. Has ejercicio físico, sal a dar un paseo o juega con tu mascota. Esto ayudará a que despejes tu mente y también fomentará la producción de endorfinas. Además, apuesta por una alimentación equilibrada que ayude a tu cuerpo a reponerse y te brinde los nutrientes que necesitas para recuperarte. Ni siquiera tienes que renunciar a los caprichos, permitirte un chocolate o una tarta de frutos rojos de vez en cuando también es positivo para tu bienestar.

Y, por último, si crees que no eres capaz de gestionar esta situación por ti mismo/a, busca el apoyo de tus padres y/o profesores para que puedan guiarte en tu recuperación.

Crédito de foto: Imagen libre de Pexels

Psicóloga y escritora. Divulgadora científica y apasionada de la mente humana. Defensora de la educación como única vía para el desarrollo personal y social. Aprendiz a tiempo completo.

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