Aprendizaje basado en problemas, otra manera de abordar la educación

Chica practica el aprendizaje basado en problemas con un cubo de rubik

Los problemas forman parte de la vida.

Y cuanto antes aprendan esto los más jóvenes, mejor.

Porque dominar conceptos y teorías está muy bien, nos ayuda a desarrollar el pensamiento reflexivo y a comprender mejor el mundo, pero para que ese conocimiento realmente cobre un sentido y enriquezca nuestras habilidades e intelecto es fundamental llevarlo a la práctica. Ello explica por qué muchos enfoques educativos contemplan la resolución de problemas como método para contextualizar el contenido y desarrollar las competencias en los más jóvenes.

Sin embargo, existe otra manera de enseñar, mucho más parecida a la vida real, que pone el foco en los problemas como herramienta educativa: el aprendizaje basado en problemas. Una metodología relativamente reciente que cada vez gana más adeptos porque no solo enseña a los estudiantes a desarrollar sus competencias, sino que les brinda la libertad necesaria para que sean ellos mismos quienes labren su propio proceso de aprendizaje.

¿En qué consiste el aprendizaje basado en problemas?

Como su nombre indica, el aprendizaje basado en problemas no es más que una metodología educativa que utiliza los problemas de la vida cotidiana como herramienta para transmitir conocimientos y desarrollar habilidades en los estudiantes. A diferencia del método tradicional en el que primero se transmite la teoría y luego se lleva a la práctica, en este enfoque metodológico el conocimiento se adquiere a partir de la resolución de problemas prácticos.

Diferencias aprendizaje tradicional v/s aprendizaje basado en problemas
Diferencias entre el aprendizaje tradicional y el aprendizaje basado en problemas.

El problema, ya sea una situación nueva, un reto o un conflicto de la vida, se propone como punto de partida y, es tarea de los estudiantes analizarlo, descubrir lo que necesitan para solucionarlo, diseñar un plan de acción, desarrollar las habilidades o conocimientos que requieren y, por último, encontrar una solución. Es durante este proceso que el estudiante va construyendo el conocimiento y confiriéndole un significado personal que, en última instancia, será lo que enriquecerá su visión del mundo y estimulará su propio crecimiento.

De hecho, su finalidad consiste precisamente en formar a estudiantes capaces de analizar, enfrentarse y solucionar problemas de la vida cotidiana y construir de manera personal el conocimiento. Para ello, les brinda un entrenamiento continuo con el que no solo desarrollarán sus habilidades, sino también aprenderán nuevos contenidos, estimularán su pensamiento crítico, su pensamiento lógico y mejorarán sus competencias comunicativas y psicosociales, como reveló un estudio realizado en la Universidad Estatal del Sur de Manabí.  

Esto ya que, a diferencia del método tradicional en el que el estudiante tiene un rol pasivo, en el aprendizaje basado en problemas es el estudiante quien da forma a su propio aprendizaje buscando y creando las herramientas, el conocimiento y las habilidades que necesita para solucionar la situación. Porque en esta metodología la tarea del profesor se limita a ser un facilitador que guía al estudiante a encontrar una solución, lo motiva a dar rienda libre a su creatividad y lo incita a reflexionar críticamente sobre la situación.

¿Cómo aplicar el aprendizaje basado en problemas? 5 claves que pueden facilitarte la tarea

El aprendizaje basado en problemas cuenta con diferentes etapas bien definidas que te guían durante todo el proceso (ver diagrama inferior). Sin embargo, su implementación no se reduce a seguir estas fases de manera automática, sino que va un paso más allá. Implica aprender a elegir el problema, motivar a los jóvenes a que se interesen por el reto, guiarlos en la búsqueda de la solución e incentivarlos para que reflexionen sobre el mismo. Implica estimular su creatividad y animarlos a que confieran un significado personal al contenido.

Cómo aplicar el aprendizaje basado en problemas
Etapas del aprendizaje basado en problemas.

¿Cómo conseguirlo? He aquí algunas claves que pueden ayudarte.

  • Los objetivos claros y concisos

Quizá uno de los pasos fundamentales del aprendizaje basado en problemas consiste en definir con claridad el contenido, concepto u objetivo que se pretende conseguir. Esto debe hacerse antes de elegir el problema, el cual debe estar alineado con el objetivo y contener las ideas que se quieren transmitir, y, además, debe estar en sintonía con el currículo educativo, los conocimientos globales y las competencias que se pretenden desarrollar.

Lo ideal es que enumeres esos objetivos, así como los contenidos y habilidades que quieres abordar durante el ejercicio. Eso sí, también debes tener en cuenta los conocimientos de otras áreas que quieras incluir y, si es necesario, involucrar a otros profesores.

  • Los problemas, significativos e interesantes

De nada vale aplicar el aprendizaje basado en problemas recurriendo a retos que no motiven lo suficiente a los estudiantes o que no lleven implícito un aprendizaje consciente y significativo. Lo más probable es que no se comprometan con el ejercicio y que, además, no se lleven ninguna lección.

Por eso, es importante elegir muy bien los problemas que se les presentan. Estos no solo deben despertar su interés y curiosidad, sino que además deben enseñarles algo nuevo que los ayude a crecer como personas. ¿Qué tipo de problemas elegir?

  • Deben estar relacionados con sus intereses, gustos y/o necesidades.
  • Deben ser problemas de la vida cotidiana o reflejar una situación de la vida real.
  • Deben estar relacionados con el objetivo del aprendizaje, es decir, el contenido que quieres transmitir.
  • Deben incentivar la búsqueda de información y estimular la creatividad.
  • Deben representar un reto y superar los niveles de conocimientos y habilidades.
  • Deben ser lo suficientemente complejos como para requerir un análisis y solución integradoras.
  • Deben tener implícitos una lección, un aprendizaje o un conocimiento.

¿Un ejemplo? Puedes proponerles que diseñen un presupuesto mensual teniendo en cuenta el salario de los miembros de casa, el número de miembros, los gastos de cada miembro, sus necesidades y plan de ahorro o inversiones.

  • El análisis es fundamental

Sin duda, uno de los pasos fundamentales de esta metodología consiste en el análisis del problema. Anima a los estudiantes a explorar la situación, el contexto, los recursos y habilidades con que cuentan para resolver el dilema. ¿Qué deben solucionar concretamente? ¿Saben cómo hacerlo? ¿Qué habilidades o conocimientos necesitarán? ¿Los tienen? ¿Cómo pueden obtenerlos? ¿Cuál es el plan de acción?

Analizar el problema minuciosamente ayudará a los estudiantes a entender las relaciones entre los distintos elementos, un paso esencial para comprender qué es lo que deben hacer y poder planificar el siguiente paso. ¿Quieres facilitarles la tarea? Sugiéreles que elaboren diferentes listas con los requerimientos, necesidades, recursos y objetivos. Esto les ayudará a simplificar el proceso y evitará que dejen cuestiones importantes fuera.

  • El proceso de reflexión es ineludible

Para que un aprendizaje basado en problemas sea realmente útil es esencial que promueva un proceso de reflexión profundo en el que los estudiantes sean capaces de analizar y asimilar los conocimientos aprendidos. Por tanto, dedica siempre un momento, o varios, a reflexionar sobre el problema, el plan de acción y la solución al mismo. ¿Qué aprendizajes pueden extraerse? ¿Qué habilidades nuevas tuvieron que desarrollar? ¿Existen otras maneras de solucionar el problema?

También puedes animarlos a que vayan un paso más allá y reflexionen sobre cómo ha impactado el ejercicio en su manera de ver el mundo, sus creencias, conocimientos, valores o competencias. ¿Cómo les ha ayudado a crecer? ¿Qué habrían hecho diferente? ¿Corrobora o no las expectativas que tenían al inicio? Permite que su pensamiento crítico entre en acción libremente.

  • Para aprender, hay que recapitular

Cuando se trata de solucionar problemas es muy fácil dejarse llevar por la pasión del momento y olvidarse de sintetizar lo que hemos aprendido. Y de ahí a olvidar todo de un plumazo y volver a tropezar con la misma piedra no hay mucho. Por eso, un paso esencial en el aprendizaje basado en problemas consiste en dedicar un momento para recapitular el conocimiento y las lecciones que se han aprendido.

Pídeles a los estudiantes que hagan un resumen de los conceptos, ideas o teorías que han descubierto. Anímalos a sintetizar los pasos que han seguido, los recursos que han usado o, incluso, las relaciones que han establecido para poder solucionar el problema. Cuanto más contenidos sean capaces de recapitular, más probabilidades tendrán de integrarlos en su sistema de conocimientos.

Crédito de foto: Imagen libre de Pexels

Psicóloga y escritora. Divulgadora científica y apasionada de la mente humana. Defensora de la educación como única vía para el desarrollo personal y social. Aprendiz a tiempo completo.

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