Aprender con propósito también es un acto de amor propio

Aprender con propósito: alguien lee relajado en una bañera con flores y una taza de té

Vivimos el despertar del amor propio. Cada vez recibimos más mensajes que nos animan a mimarnos y querernos como somos. Somos más conscientes de la importancia de cuidar de nosotros mismos y fortalecer nuestra autoestima. Dedicamos más tiempo a relajar nuestra mente y dominar prácticas como el mindfulness o el yoga que mejoran nuestro bienestar. ¡Y es genial!

Sin embargo, estamos pasando por alto un detalle importante: el amor propio no se limita a cultivar nuestro mundo emocional y/o espiritual, también implica desarrollar nuestras funciones cognitivas, potenciar nuestro conocimiento y mejorar nuestra adaptación a la sociedad en la que vivimos. En otras palabras, invertir tiempo y esfuerzo en aprender con propósito también es un acto de amor propio.

¿Por qué aprender con propósito es un acto de amor propio?

A menudo entendemos la educación como una obligación o imposición. Pensamos que las horas de estudio no son más que el medio ineludible para conseguir un título y, más adelante, un buen trabajo. Sin embargo, lo cierto es que el aprendizaje no es el precio que tenemos que pagar para ser alguien en la vida, sino una inversión que hacemos en nuestro propio crecimiento y desarrollo.

Aprender de manera consciente y significativa no solo nos permite comprender mejor el mundo que nos rodea y desarrollar nuestras capacidades para adaptarnos al entorno, sino que también nos brinda las herramientas para conocernos mejor a nosotros mismos y descubrir nuestras fortalezas y debilidades. De ahí que interesarnos en nuestra preparación, en cultivar nuestra mente y en armarnos de habilidades es un acto de amor propio y un ejercicio de empoderamiento.

Dedicar tiempo a aprender con propósito, leer para enriquecer nuestra visión de la vida y reflexionar de manera crítica sobre quiénes somos y el mundo que nos rodea es una de las mejores maneras de invertir el tiempo en nosotros mismos y en nuestro crecimiento. Porque cuando aprendes algo nuevo y le confieres un sentido dentro de tu cosmovisión estás esculpiendo tu mente, el primer paso para convertirte en una persona libre y autodeterminada.

Y esto, no solo te ayudará a convertirte en quien quieres ser, sino que hará que te valores aún más, haciendo que te sientas único y empoderado. A fin de cuentas, solo cuando somos coherentes con nosotros mismos y contamos con unos cimientos sólidos basados en la motivación intrínseca, el autoaprendizaje, el conocimiento y la autoconfianza podemos crear una autoestima a prueba de balas.

5 aprendizajes significativos para cultivar tu amor propio

No hay aprendizaje desaprovechado. Aprender algo nuevo, por insignificante que sea, siempre es positivo. Cuando aprendes tu mente establece nuevas conexiones neuronales, tu memoria almacena contenido y tu visión del mundo se expande. De ahí que contar con la motivación necesaria para aprender, sin importar qué, es ya de por sí un acto de amor propio, pero cuando eres capaz de tomar las riendas de tu propio aprendizaje y elijes el contenido que quieres aprender estás llevando tu amor propio al siguiente nivel.

Por eso, no solo es importante centrarte en aprender cosas nuevas, sino que también debes elegir qué tipo de aprendizaje quieres en tu vida. Cada persona es única e irrepetible, lo que significa que lo que puede interesarte a ti puede ser completamente intrascendente para los demás. Cada quien debe trazar su propio camino y esculpir su propio crecimiento, pero hay algunos conocimientos que pueden ayudarte a cultivar tu amor propio y a expandir tu mente.

  • Filosofía antigua y moderna

Tendemos a relacionar la filosofía con algo aburrido, denso y ajeno a nuestra comprensión. Y no es descabellado, teniendo en cuenta que nuestro primer acercamiento a esta materia consiste en la reproducción automática de una serie de teorías y frases de filósofos que consideramos del paleolítico. Sin embargo, la filosofía es mucho más que lo que nos cuentan en clase.

Tanto la filosofía antigua como moderna están llenas de ideas, reflexiones y visiones sobre el mundo, la sociedad y el desarrollo humano. Podemos estar más o menos de acuerdo con los planteamientos de muchos filósofos, pero lo cierto es que independientemente de ello nos invitan a reflexionar sobre cuestiones trascendentales y cotidianas en las que quizá nunca habíamos reparado.

Y esto no solo nos permite expandir nuestra mente para descubrir el mundo que nos rodea, sino también explorar lo que sucede en nuestro interior. Solo tenemos que atrevernos a ir un paso más allá y adentrarnos en la lectura tanto de los grandes clásicos como de los libros más modernos para comenzar a descubrirlo. ¿Por dónde empezar? Te recomiendo una lectura sencilla, pero profunda: “El profeta” de Khalil Gibran.

  • Historia

Con la historia sucede algo muy similar a la filosofía. Pensamos que es tediosa porque no hacemos otra cosa que grabar en nuestra memoria fechas y acontecimientos en orden cronológico. Sin embargo, la historia es mucho más que una sucesión de hechos. Es el hilo conductor que nos permite comprender quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí.

La historia nos permite conocer antiguos errores para aprender de ellos, tanto a nivel personal como social, y evitar cometerlos en el futuro. Porque, como dijo en una ocasión el filósofo George Santayana, “aquellos que no recuerdan el pasado están condenado a repetirlo”.

Lo mejor es que no tiene que ser aburrida. Basta que la percibas como una historia más salida de una película, que le confieras un significado personal a lo que nos cuentan los libros y seas consciente de la enorme importancia que tiene para ti y todo lo que puede aportarte. ¿Una manera de adentrarte en la historia de una manera diferente? Empieza leyendo la Trilogía del Siglo de Ken Follet.

  • Sociedad

Quizá los temas de sociedad sean unos de los más olvidados ya no solo cuando queremos enriquecer nuestra visión del mundo, sino también en la educación convencional o la vida en general. Sin embargo, somos seres sociales y entender cómo funciona y cómo ha evolucionado la sociedad es esencial para encontrar nuestro lugar en ella y comprender la enorme influencia que tiene en nuestras vidas.

Entender cómo funcionan los grupos sociales, cuáles son los pilares sobre los que se erige una sociedad civilizada, cómo se mueve la economía o incluso, la política es esencial para enriquecer nuestra cosmovisión y convertirnos en personas autodeterminadas. Sin duda, en este caso la observación consciente es fundamental para comprender qué sucede en nuestro entorno, pero también existe mucha literatura que puede serte de utilidad.

Una lectura avanzada, quizá un poco densa, pero muy completa y con un enorme valor es el libro “Walden o la Vida en los Bosques” de Henry David Thoreau.

  • Psicología y desarrollo personal

No porque sea psicóloga considero que la Psicología, y en particular el desarrollo personal, son indispensables para comprendernos mejor y convertirnos en personas cada vez más autodeterminadas. Mi razonamiento es sencillo: si no conoces cómo funciona tu mundo interior, difícilmente podrás hacer algo para cambiar y/o crecer como persona porque sería como querer encontrar una aguja en una habitación a oscuras.

Por eso, uno de los aprendizajes que más pueden aportarte y que te ayudarán a cultivar tu amor propio son los temas de Psicología. No solo aquellos que te ayudan a entender lo que sucede en tu mente, quién eres en realidad o por qué te relacionas de una manera determinada con las personas de tu entorno, sino también aquellos que te brindan las herramientas necesarias para comenzar a convertirte en la persona que quieres ser.

¿Nunca has leído sobre Psicología o desarrollo personal? Hay muchísima literatura sobre el tema, pero un buen punto de partida puede ser “El arte de amargarse la vida” del psicólogo Paul Watzlawick.  

  • Cosmovisión de otras culturas

A veces vivimos tan absortos en nuestra sociedad que olvidamos la enorme riqueza que esconden otras culturas y todo lo que pueden aportarnos a nuestra vida y crecimiento personal. Es el caso de doctrinas filosóficas como el budismo zen o tibetano que están llenas de aprendizajes esenciales no solo para mejorar la relación con nosotros mismos, sino también con el mundo que nos rodea.

Entiendo que el budismo no es para todos, pero no es el único que nos aporta una visión diferente de la vida. Cada vez se vuelven más populares los valiosos aprendizajes de la cultura japonesa con conceptos como el ikigai que cambian nuestra percepción del mundo o los que aportan tendencias de moda como el minimalismo. Da igual con cuáles te sientas más o menos identificado, abrir tu mente a comprender otros modos de ver la vida es un acto de amor propio que puede dar un vuelco a tu crecimiento integral.

Crédito de foto: Imagen libre de Pexels

Psicóloga y escritora. Divulgadora científica y apasionada de la mente humana. Defensora de la educación como única vía para el desarrollo personal y social. Aprendiz a tiempo completo.

Comentarios de este artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *